El sistema de suscripciones funciona para recaudar el costo de los libros y que Odo Ediciones puede subsistir como proyecto autogestivo. Si adquieres o donas una suscripción, colaboras de modo directo para que sigamos editando y para crear comunidad. También para que la gente involucrada tenga una retribución justa.
Para este segundo año editorial publicaremos tres libros y queremos compensar económicamente a las personas que escriben y también a quienes participan en todo el proceso. Para lograrlo, el sistema de suscripciones tiene dos modalidades: suscripción anual y suscripción por temporada.
Se puede adquirir durante todo nuestro año editorial, esto es, hasta que termine la última temporada.
Una suscripción anual es de $1,800.00 (mil ochocientos pesos MX).
Tenemos una opción para que pagues en tres plazos.
Tip: la suscripción a todo el año resulta más barata que las tres temporadas independientes sumadas y sigue vigente durante todo nuestro año editorial.
La suscripción de una temporada está vigente durante la residencia de cada autora(or) y termina con la publicación del material. Para hacer esas publicaciones necesitamos del apoyo de la gente: si alguien se suscribe a una sola temporada, está asegurando la existencia de ese libro.
Esta suscripción se puede adquirir de manera independiente mientras la temporada esté vigente. Luego del cierre de la temporada, el libro impreso solo se podrá conseguir con una suscripción anual o habrá que esperar a que llegue a algunos espacios. Si no tienes una suscripción anual o de la temporada, podrás acceder al volumen impreso después de que se publique.
Cada suscripción por temporada es de $750.00 (setecientos cincuenta pesos MX).
La suscripción a la primera temporada, #TemporadaBarthesiana, estará vigente durante la residencia de Martha Riva Palacio Obón, hasta abril de 2025.
La suscripción a la tercera temporada, Temporada de Xolos, estará vigente durante la residencia de Miguel Torhton, de agosto a octubre de 2025. El precio regular será el mismo, pero también habrá un descuento en fechas futuras.
Los cuenteros poseían poco pero no les faltaba nada y eran libres de ir por donde quisieran. Los demás, en cambio, temían la noche en el bosque.
Verónica Murguía. El fuego verde